martes, 28 de agosto de 2007
IV TRIATLÓN CASTILLO DE LAS GUARDAS. 26-08-07
Cómo bien aparecía en la página web de El Castillo de las Guardas, nos encontrábamos ante la triatlón más salvaje de Andalucía. 500 m. nadando, 16 kms. en mountain-bike y 4 kms. a pie. El grupo de personas que íbamos de Herrera nos quedamos sorprendidos con la gran organización que tenían preparada nuestros amigos/as de El Castillo de las Guardas, algo que conlleva un alto grado de dificultad para poder sacar hacia adelante sin ningún tipo de problemas un evento de esta magnitud. Felicitanto a los organizadores/as de la prueba, comienzo con la crónica de la prueba para nuestro grupo.
Para Faustino y Pedro, su segunda triatlón. Para Jonathan, mi hermano y yo, nuestro debut en este deporte (y la verdad es que acertamos en escoger este lugar). Era tal la expectación que nos habíamos creado, que salimos a las 6:30 h. para esta preciosa localidad, con la intención de que cualquier despiste o equivocación, no nos hiciera llegar tarde a la prueba.
Llegando al pueblo, observamos que el día anterior había llovido con intensidad, dato que iba a endurecer en gran medida el circuito del tramo en mountain-bike. Finalmente aparcamos los vehículos en el campo de fútbol y comenzamos a repasar de nuevo todos los utensilios requeridos para la prueba (casco, gafas para natación, elástico, zapatos para la bici, zapatillas para el tramo a pie, elásticos para el dorsal,...). Tras esto, realizamos un calentamiento a pie andando hacia el colegio pública, lugar donde recogíamos los dorsales. En ese momento, nos dimos cuenta de que el circuito a pie iba ser duro debido al tramo de cuestas que tenía. Una vez recogidos los dorsales y haber mirado los boxes donde dejamos las zapatillas, bajamos al lugar de estacionamiento y nos preparamos para ir 5 kms con la bici hasta la reserva.
Carli e Isa (nuestros acompañantes) comenzaron su labor de fotógrafos y se fueron hasta la reserva en un autobús que había puesto la organización.
Una vez en la reserva, colocamos todos los objetos requeridos en los boxes y nos preparamos para el primer contacto con el agua, que se encontraba a una temperatura muy agradable.
Tras unas explicaciones previas, sonó el pitido de salida y comenzó nuestro camino para completar esta prestigiosa prueba. Jonathan hizo una gran transición a nado, saliendo entre los 10/15 primeros clasificados del agua. Su padre, Faustino, también se mantuvo en su línea y fue progresando de menos a más. Por otro lado, Pedro salió unos 15 seg. antes que yo, y mi hermano que se encuentra en mejor forma que yo para nadar, lo pasó muy mal en los primeros 250 metros de natación y a la vuelta de la boya, se despegó mucho de la corchera, haciendo algunos metros de más y saliendo del agua unos 20 seg. tras de mí. Jonathan y Faustino hicieron muy bien la transición. Yo me encontré con Pedro en la misma y salí algunos segundos antes que él para coger la bici y mi hermano venía cerrando este pequeño grupo de amigos.
Pasamos en el tramo en bicicleta, donde Pedro me pasó a tope en la primera bajada, aunque luego conseguí contactar con su grupo y rebasarlos en la subida de 1.200 m. (se hizo bastante dura). Tras esta subida, me encontre con una bajada impresionante en la que literalmente, desconfiaba si era capaz de bajarla subido en la bici. Comencé a bajarla con los frenos pisados y mientras tanto comenzaba a escuchar el ruido de las bicicletas que había adelantado en la subida. Todo eso me puso un poco nervioso y no confiando en mis posibilidades, me lancé hacia la izquierda en una zona que estaba un poco embarrada, caída que no me supuso daño alguno. Tras pasar mis compañeros, entre ellos Pedro, saqué los pies de los pedales automáticos y me dispuse a bajar corriendo y con la bici a cuestas. En este tramo de bajada, también me pasó mi hermano. Mientras tanto, Jonathan y Faustino seguían por delante.
En el km 5 aproximadamente, Jonathan tuvo la mala suerte de pinchar la rueda trasera de su bici, perdiendo todas sus opciones de cara a la prueba. Tras seguir por este espectacular circuito con tramos de barro, subidas, bajadas, etc. En el km 10 aprox. mi hermano contactó con Faustino, con quién hizo los tres últimos kms de bajada. Por otro lado, en ese mismo punto (unos metros antes de coronar hasta la carretera) yo contacté con Pedro y en la bajada me lancé unos pocos de metros antes que él, aunque él se me hecho encima llegando a los boxes los dos juntos. Mientras mi hermano y yo marcamos una velocidad máxima de 55'34 kms/h., Pedro obtuvo 57'45 kms/h. y Faustino rondó casi la misma marca que Pedro. De ahí la habilidad de estos 2 triatletas para descender y trazar las curvas. No nos queremos olvidar de nuestro compañero Jonathan, que no se dió por vencido en ningún momento y pudo cambiarle la cámara a su bici y continuar en carrera, aunque tuvo otros imprevistos, como fue la rotura del freno de atrás y la rueda muy poco hinchada en los que le quedaba de bici.
Pasamos al último tramo, en el que se presentaba un circuito muy duro de subidas y bajadas. Mi hermano salió con Faustino corriendo. En este segmento, ambos tenían problemas, mi hermano seguía con sus molestias en el tobillo derecho y Faustino notó las bajadas en su lesión de rodilla. Por otro lado, Pedro y yo nos cambiamos al mismo tiempo para la última transición. Este terreno, se me da a mi un poco mejor que a mis compañeros y a falta de 1'5 kms para finalizar la prueba, vi por primera vez a Faustino. Ya que desde la salida en natación me sacó bastante distancia. Yo me encontré muy bien en este tramo y realicé muy buena marca y mis compañeros también rondaron sus marcas habituales. Jonathan también realizó un último tramo con una marca muy buena. Finalmente, todos conseguimos nuestro objetivo: "Finalizar esta excelente prueba".
Destacar que Jonathan fue 3º clasificado junior y que a mí, me toco en el sorteo de regalos una mochila con una bolsa térmica para llenarla de líquido.
Clasificación General de los miembros del Club Triatlón Herrera:
43º.- Antonio Medina Gálvez. 1 h. 12 min. 18 seg.
51º.- José Manuel Medina Gálvez. 1 h. 13 min. 10 seg.
53º.- Faustino Roldán Jiménez. 1 h. 13 min. 53 seg.
66º.- Pedro García Fernández. 1 h. 16 min. 30 seg.
126º.- Jonathan Roldán Moreno. 1 h. 35 min. 37 seg.
A nivel general, el triatleta Antonio Huertas López, del club ADENACO, estableció una marca de 55 min. 33 seg. (impresionante), proclamándose campeón de la misma y en la categoría de féminas, la triatleta Carmen García Cristino, del club Globalbike se impuso en la prueba con un tiempo de 1 h. 14 min. 06 seg.
Por último destacar la presencia de Isa y Carli, que nos estuvieron apoyando en todo momento y que no pararon de echarnos fotos. A Carli tengo que decirle que se anime del pinchazo que le dió ayer en la rodilla y que espero su debut en este deporte con prontitud.
Saludos y nos vemos el viernes en el cross del verdeo en Arahal y posiblemente el domingo en la triatlón de Mairena del Alcor.
miércoles, 15 de agosto de 2007
XIX TRIATLÓN DE POSADAS. 12-08-07
Por fin llegó la esperada prueba para los compañeros Faustino y Pedro. Para Faustino, su primera triatlón y para Pedro, aunque no ha sido la primera, creo que la ilusión que llevaba es de como si lo fuera. Mi hermano y yo no nos hemos decidido a ir, debido a que en esta semana se celebraba la feria de Herrera.
La salida para Posadas la hicieron al amanecer y a su llegada, vivieron todos los previos a una prueba de estas características: hablar con compañeros/as conocidos de otras pruebas, comentar como van los entrenamientos durante este verano, que aunque todo el mundo dice que está mal, luego en carrera no se nota y organizar toda la maquinaria de bicicletas, cascos, zapatillas, neopreno, dorsales,... para que a la hora de la verdad, no falte de nada, ya que cualquier fallo u olvido de un utensilio, te puede chafar toda la carrera.
Tras conocer a un "buen amigo de Madrid", Pedro y Faustino decidieron llevar sus bicicletas a los boxes del pantano de Hornachüelos en su furgoneta y no en el camión que tenía previsto la organización, hecho que le supuso perder más tiempo a la hora de volver a sus localidades.
La prueba es distancia sprint y consta de 750 m. a nado, 20 kms. en bicicleta y 5 kms. a pie. y participan un total de 240 triatletas.
Una vez en el agua, ambos sentían la tensión que conllevaba esta prueba, donde todas las personas participantes estaban agarradas a una corchera, aunque ésta no podía con todos y se iba sumergiendo lentamente. Tras el pistoletazo de salida, aparecieron los momentos de más fatiga, debido a la tensión que supone los primeros metros a nado, y también a que hay que estar pendiente de no contactar con ningún compañero y de ir por la dirección más adecuada para no hacer más metros que los demás. En esta primera transición, Faustino salió en la posición nº 126, marcando un tiempo de 18' 04'' (a 2' 25'' los 100 m.) y Pedro sale el nº 185 del agua, con un crono de 22' 00'' (a 2' 56'' los 100m.). Se pasa el primera trago y comienza la 2ª transición.
En la 2ª transición en bicicleta, ambos triatletas tuvieron diferentes experiencias. Mientras Faustino nos contó que lo pasó muy mal y realizó todo el recorrido de forma solitaria, Pedro nos comentó que fue en un grupito donde había dos triatletas que le daban bastante a la bicicleta. Faustino marcó la 181ª posición en el tramo en bici, con un tiempo de 37' 21'', saliéndole una media de 32'13 kms/h. Sin embargo, Pedro en este tramo quedó en la 158ª posición, con un tiempo de 35' 34'', marcando una media de 33'74 kms/h. Tras este tramo, ya se han quitado dos tercios de la carrera y le quedan los últimos 5 kms a pie.
3ª y última transición. Ambos marcan un tiempo similar. Faustino con 23' 28'' (a 3' 42'' el km.) obtiene la 171ª posición en este tramo y Pedro con 23' 30'' (a 3' 42'' el km.) finaliza en la 172ª posición en el parcial a pie. Ambos coinciden en que llegaron bastante cansados a este final de carrera y que lo hicieron sin cambios de ritmo.
Por último, los tiempos de los dos triatletas están muy bien: Faustino obtiene finalmente la 178ª posición con un tiempo total de 1 h. 18 min. 53 seg. y Pedro obtiene la 189ª posición marcando 1 h. 21 min. 04 seg.
Como conclusión, se debe de destacar la gran organización y despliegue de personas voluntarias y de otro tipo de servicios que hubo durante toda la prueba, el calor que le brindó el público en todo momento y sobre todo el impresionante paisaje donde se celebró la prueba. Próxima cita y en esta sí que nos apuntamos, en el triatlón de montaña de El Castillo de las Guardas, el próximo domingo 26 de agosto.
sábado, 11 de agosto de 2007
SUBIDA A LAS RUINAS DE BOBASTRO. EL CHORRO (08-08-2007)
El miércoles 8 de agosto de 2007, Carli, mi hermano y yo habíamos decidido realizar un puerto de 6 kms de longitud y una subida del 20% de desnivel en algunos puntos, que se encuentra en el término de El Chorro y que da acceso a un antiguo poblado árabe que actualmente se encuentra en ruinas y se está restaurando como ruta turística, denominado "Las ruinas de Bobastro". Este poblado está realizado en piedra y lo que queda de él es una antigua iglesia, algunas murallas y las bases de algunos afincamientos que reflejan las antiguas viviendas que allí existieron.
Fijamos la salida para las 9:00 h. de la mañana, con la sorpresa de que mi hermano nos falló a última hora debida a que dos días antes había sufrido una fuerte contractura en el cuello y para esta fecha, aún no estaba recuperado. También nos falló Fco. Javier (sobrino de Carli), que no tenía claro si iba a asistir a esta actividad o no. Finalmente salimos Carli y yo y colocamos nuestras mountain-bike en la parte trasera de mi coche.
Debido al arreglo de carreteras, nos plantamos en El Chorro en algo menos de una hora, nos fuimos por Campillos y a unos 10 kms, cogimos la carretera que nos dejaba en el camping del Parque Ardales, es decir, donde se encuntra la línea de salida y de llegada del medio ironman que se celebra en El Chorro, la carretera que cogimos para llegar hasta allí, era parte del tramo que hacen los ciclistas en esta prueba de fondo, resultando espectacular, ya que era una subida sin descanso y llena de curvas y en el momento que se coronaba, aparecía una bajada más impresionante aún y también con mucho curveo, hasta llegar a los boxes, que es el lugar donde dejamos el coche. Una vez llegados al lugar de partida, bajamos las bicicletas y las montamos, cogimos los botes de agua congelados para hidratarnos bien durante la ruta, porque hacía una calor inmensa y partimos para el puerto.
De camino hacia el mismo, Carli bromeaba conmigo, porque él se conocía muy bien el lugar, aunque núnca lo había hecho en bicicleta. Y sin embargo, para mí era algo novedoso y me encontraba un poco precabido de cara al ascenso. Había un total de 5 kms de carretera hasta llegar al puerto. Lo positivo que tenía éste es que no había mucho tráfico, ya que cuando llegabas a lo alto de la cima, la carretera se quedaba cortada y solamente subieron algunos turistas mientras nos encontramos en la carretera.
Llegó lo bueno y la primera rampa, solamente de verla te quitaba las ganas de subir. Carli comenzó con el plato mediano y el último piñón y yo para no ser menos, hice lo mismo. Cuando llevábamos 300 metros le pregunté que si no cambiaba a plato chico y él me dijo que iba a aguantar un poco más. En ese momento, yo pasé a plato chico y me igualé a él porque llevaba más cadencia y se hacía mejor. Él aguantó un poco más y también metió plato chico. En el momento que recuperamos la deuda de oxígeno de pasar de 90 pulsaciones aprox. a unas 160-170 aprox. tuvimos mejores sensaciones y el ascenso lo hicimos a ritmo. En los kms. donde había más desnivel, Carli notó un poco más la falta de fondo que tiene con bici. En mi caso, aunque soy más pesado para las subidas, durante el verano he rodado bastante en la bici y me encontraba muy bien. A medida que íbamos subiendo, se divisaban paisajes estupendos e impresionantes y lo más sorprendente de todo fue encontrarnos un pantano en todo lo alto de la cima, con su presa y todo, algo que me llamó mucho la atención. Finalmente coronamos los 6 kms y estuvimos un rato mirando todos los paisajes que había por aquella zona. También encontramos un bar en lo alto del todo.
Tras esto, hicimos algunas fotos y comenzamos a bajar. La bajada era más impresionante que la subida. Yo creía que nos íbamos a quedar sin frenos, y por un momento parecía que estábamos haciendo una etapa del tour de Francia, porque las curvas y el desnivel era similar. Nos paramos en el pantano y le dimos una vuelta alrededor de la presa, que tenía unos 3 kms de longitud. Después, divisamos a lo lejos el desfiladero de los gaitanes, lugar sorprendente, que asusta solamente de mirarlo a lo lejos, por el que pasa un pequeño puente. Por último, bajamos hasta las ruinas de Bobastro, algo que también me impresionó mucho, porque como he dicho anteriormente era un antiguo poblado construído íntegramente sobre piedra de la sierra. Tras realizarnos otra serie de fotos, nos dispusimos a bajar hacia el punto de partida. Una vez allí, nos bebimos una bebida isotónica que teníamos preparada y observamos un poco el pantano del Parque Ardales, notando como dato principal, la ausencia de agua, ya que el desnivel se encontraba muy bajo. Finalmente, iniciamos la vuelta a Herrera.
Desde aquí, saludar a Pedro García y a Faustino que deben estar en concentración para la prueba del próximo domingo en el triatlón de Posadas, que por cierto me han comentado que el agua está bastante fría (13ºC) y es obligatorio el neopreno. ¡que haya suerte!
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